Fénix
Silencio y quietud es lo que hay
En bosques oscuros no mas claros que el gris
Las brisas no desean acercarse allí
Montones de basto polvo liviano
Se enumeran por doquier
Como una alfombra,
Como una playa sin vida.
Dos núcleos, rojos incandescentes
Surgen desde entre los montones de polvo inerte
Calentando cada vez mas su entorno
Absorbiendo poco a poco, cada grano de sí…
Envolviéndose en una coraza como torbellino de cenizas
Se despliega en un estruendo de luz
Y con alarido de euforia, se eleva hasta lo inalcanzable.
Usando de lienzo al cielo
Surcándolo como despegándose del sol
Dibujando mensajes con su recorrido
Se alza velozmente con movimientos de espiral
Y con sus alas a medio plegar
Desciende sumergiéndose en los horizontes
Rellenando las grietas entre las montañas
Calentando las aguas de los lagos
Con el fervor de su vientre
Entreabriendo su pico…
Se vuelve a alzar para teñir las nubes
Que deambulan entre los picos rocosos.
Iluminando valles ocultos…
Despertando zonas prohibidas
Reviviendo recuerdos ancestrales
Entre bosques, ríos y cascadas vírgenes.
Sigue dejando su esencia en momentáneas chispas
Que se suspenden sobre las húmedas rocas orilladas al río
Allí descansará a la sombra de árboles que no reciben el sol,
Se despedazará sin aviso
Instantáneamente…
Sin su prevención…
Sus restos cubrirán el pequeño bosque que nadie encontrará
Solo él cuando vuelva a brillar su luz.
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